
Tengo la sana intención de volver a las andadas, esto es, escribir, aunque sean tonterías y a nadie le interese, cosa, que para ser honesta, ya no me quita el sueño.
Y es que debo reconcer me encanta escuchar, de nuevo, el sonido, rítmico, de las teclas, que durante muchos años fue, entre otras muchas cosas, fuente de inspiración.
Mi segunda intención, ya no sé si tan sana, es la de decir lo que me de la gana, eso sí, sin ofender... o más bien lo justo y necesario. No soy una revolucionaria, Dios me libre, ni me creo en posesión de la verdad -para eso les remitiré a la Wikipedia, que es libre y gratis. Yo me conformo con intentar ser creativa y educativa (deformación profesional lo vengo llamando).
La tercera y última de mis intenciones, de momento, y ésta es unicamente para mí, es la de escribir, al menos, una entrada semanalmente. Esto es para mí un reto, que por no comprometerme, ni plantas tengo.
Y, ¿qué voy a escribir? De todo. Porque para eso es un diario de viaje y de vida. Para compartir mis vivencias, mis creencias, mis sueños, mis esperanzas, mis triunfos y mis derrotas, en definitiva, mi viaje a las Californias, mi intento de hacer un mundo mejor. One soul at a time.
Namaste.
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